Tras más de nueve años de sangrientos enfrentamientos, la guerra de Troya se va acercando a sus momentos decisivos, y -fiel a la obra de Homero- los dioses intervienen directamente en los acontecimientos, inclinando la balanza en favor de uno u otro de los contendientes según sus preferencias. Sin embargo, todo esto no ocurre en las planicies de Asia Menor, sino en las faldas del Monte Olimpo de Marte (se ve que me cuesta alejarme del planeta Rojo), miles de años en el futuro.
Si a este intenso cóctel añadimos a los Moravecs (robots inteligentes creados por los posthumanos siglos atrás, que habitan en los planetas exteriores del Sistema Solar), a los restos vestigiales del la humanidad tradicional, que sigue viviendo en la Tierra, y a nuestro protagonista principal Hockenberry -un erudito académico americano del Siglo XXI que sigue de cerca la reproducción de La Ilíada- ya tenemos todos los ingredientes para una una ambiciosa novela, difícil de abarcar en su magnitud y originalidad.
Aunque por la descripción anterior pueda parecerlo, no estamos ante una obra de fantasía -no es un American Gods marciano (aunque hay claros paralelismos), sino que se intenta dar una explicación más o menos científica a los hechos, siempre con sentido del humor:
"It's easy being a god, if you have the right equipment"
Ilium es una novela grandiosamente absurda con algún toque de surrealismo, como lo demuestre el hecho de que te puedas encontrar a héroes clásicos como Ulises cazando aves prehistóricas cerca del Golden Gate de Machu Pichu (no intentes entenderlo).
Entre tanto caos, es de agradecer la figura de Hockenberry, que nos vincula el universo de Ilium con nuestro mundo cotidiano, haciendo mucho más accesibles y cómicos los devenires de la guerra troyana:
"...for all his beauty and power, Achilles is relatively stupid-a sort of infinitely more handsome Arnold Schwarzenegger"
"Swinging his heavy sword in a two-handed backhand that reminds me of Andre Agassiz in his prime, Hector..."
Otro aspecto llamativo de la novela es la continua presencia de referencias literarias como las evidentes a La Ilíada y La Odisea, o las derivadas de las aficiones favoritas de los Moravecs (sólo Dan Simmon podría crear a un simpático robot humanoide de un metro de altura, que combate el aburrimiento estudiando los sonetos de Shakespeare).
Ilium se continúa y concluye con Olympos, y habrá que ver como Simmons es capaz de atar todos los cabos sueltos que ha ido dejando; dudo que pueda resolver todas las incógnitas ¡son demasiadas!
Después de la saga de Hyperion (que, curiosamente, también estaba basada en otra obra literaria, en este caso de Yeats), los seguidores de Dan Simmons llevábamos muchos años esperando que volviera al género de la ciencia ficción y, aunque larga, la espera ha merecido la pena. Dentro de unas semanas os contaré como me resulta Olympos; entre tanto, tenéis tiempo de sobra para ir a vuestra librería favorita a haceros con una copia de Ilium (para los que prefiráis leer en español, existen un par de ediciones de "Ilión" traducidas).
3 comentarios:
Con lo que me gustó Hyperion tengo ganas de meterle mano a esta.. tendré que hablar con mi proveedor habitual ;)... aunque antes tendré que darle un empujón a un tocho de 1400 páginas que tengo entre manos.
je je, pués sí, seguro que te mola. Hablaré con tu proveedor a ver que piensa...supongo que dado que no se ha vuelto a repetir el evento Snow Crash, no tengá ningún problema en proveerte de material
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