domingo, 23 de marzo de 2008

Planeta Frito

Cuando, hace unas semanas, vi este pequeño libro en la estación de Atocha, su divertido título y mensaje de "ideas simples para mejorar tu calidad de vida y frenar el cambio climático" hicieron que me dejara llevar por la compra impulsiva.

El objetivo de Sergio Bulat con Planeta Frito es muy simple: convencer a la gente de que sus acciones individuales pueden ser decisivas en la lucha contra el cambio climático. La eterna teoría del granito de arena: todos somos causantes de los problemas del planeta, y todos somos parte de la solución, mediante nuestras decisiones cotidianas de consumo y forma de vida.

El libro está estructurado en tres partes: en la primera explica en que consiste el cambio climático, con algunos dramáticos ejemplos para explicar su gravedad (por ejemplo, que los glaciares del Monte Kilimanjaro se calcula que desaparecerán para 2015) y por qué es necesario pasar a la acción. Seguidamente trata formas prácticas de reducir nuestra huella de carbono (sin duda lo más interesante del libro), y por último (y para rellenar), el autor propone acciones colectivas de concienciación.

La mayoría de los consejos prácticos son obviedades ya conocidas por todos, como utilizar bombillas eficientes, transporte público, no volar (hay gente que todavía no es consciente de las brutales emisiones de los aviones), etc, etc. Pero también aparecen algunos consejos interesantes. Por ejemplo, es útil ahorrar agua no sólo por el agua en sí y su coste económico (que creedme, puede ser muy alto), sino también para ahorrar toda la energía que es necesaria para potabilizar el agua. Otro consejo curioso es que cuando cocinemos no salemos el agua hasta que ésta arranque a hervir, ya que así hervirá antes. No utilizar secadora, usar monitores planos, no dejar enchufados los cargadores de los móviles, minimizar el uso del aire acondicionado en casa y en el coche, etc, etc. La lista es larga, y no viene mal echarle un vistazo.

Como todo lo anterior no ocupa más de 130 páginas a letra grande, el libro carga con un anexo de cerca de 40 páginas que recoge un estudio de Greenpeace sobre la viabilidad de realizar una sustitución del 100% de energía renovable. Muy técnico, y que aporta poco al mensaje global del libro.

Desde luego Planeta Frito no es la obra definitiva sobre el cambio climático. Sólo recopila algunas ideas, interesantes sí, pero no especialmente innovadoras. Además engloba la lucha contra el calentamiento global en el movimiento ecologista más general, difuminando el mensaje. Un ejemplo: el autor se muestra contrario a la energía nuclear que es, desde cualquier punto de vista práctico, uno de los pilares fundamentales sobre los que ha de basar cualquier estrategia de sustitución energética (algún día haré un post sobre este controvertido tema). Libro útil, rápido de leer, pero para nada esencial.

1 comentario:

Zelloss dijo...

me abuurroooo!

- Homer Simpson