domingo, 30 de marzo de 2008

The Name of the Wind

"Names are the shape of the world, and a man who can speak them is on the road to power"

En general, los libros suelen ser entes independientes y reservados, que te dejan vivir si tu los dejas tranquilos. Pero a veces, muy de cuando en cuando, te puedes encontrar con otro tipo de libro: egoísta, posesivo, extrovertido...como le dediques unos minutos querrá acompañarte la totalidad de tu tiempo, contándote sus historias.

The Name of the Wind, opera prima de Patrick Rothfuss, es uno de esos libros. Y la historia que te cuenta es la de Kvothe, artista ambulante, actor, músico, hechicero, aventurero...que se encuentra regentando una taberna en el anonimato, después de haber alcanzado un carácter mítico a lo largo y ancho de las cuatro esquinas de la civilización. Allí se decide a contar su historia, desde su infancia acompañando a sus padres como músicos ambulantes hasta llegar a la explicación de por qué se encuentra escondido; por el camino veremos, entre otras cosas, su estancia como vagabundo en la gran ciudad (a lo Bean en La Sombra de Ender) y su educación en la universidad (o más bien, escuela de magia tipo Hoggwards). El relato de Kvothe necesitará tres días, y en The Name of the Wind asistimos al primero de esos días.

El lenguaje está muy, muy cuidado, pero no es eso lo que le da la fuerza al libro. Como dice Rothfuss en su blog, a él sobre todo lo que le gusta es contar historias, y esa característica la hereda el protagonista del libro; el resultado: tenemos historias dentro de historias, —al estilo de, por ejemplo, Los Hermanos Karamazov o Hyperion— que refrescan la narrativa y hacen —aún— más intensa la lectura. Historias mitológicas, de aventuras y de criaturas malignas, como esperamos en un libro de fantasía; pero siempre con el toque personal del autor.

Otro aspecto que potencia el atractivo del libro es el que cuenta los años de formación y madurez de nuestro protagonista, esa época mágica en que se forma el carácter de una persona. En el caso de Kvothe, vive en estos años más experiencias —a cual más diferente— que la mayoría de nosotros en toda una vida. Si te has leído El Juego de Ender (supongo que también podríamos poner a Harry Potter en esta categoría) sabrás a qué me refiero.

Quizá el principal problema que le veo al libro es que tenemos un protagonista demasiado perfecto, que sabe hacer de todo y siempre es más listo que los demás. Es difícil verse reflejado en alguien con tan pocas limitaciones. También, como suele ser habitual aunque sea una edición muy cuidada, el mapa que trae el libro es muy poco detallado, siendo difícil poner una ubicación geográfica a las aventuras del protagonista; mejor no poner mapa y así ni lo intentamos.

Los derechos de la versión en español del libro los ha comprado Mondadori, así que "El Nombre del Viento" no debería tardar demasiado en estar disponible en las librerías. Respecto al segundo día de The King Killer Chronicle, habrá que esperar a su publicación en Estados Unidos en abril de 2009. Tampoco queda tanto...

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