domingo, 20 de enero de 2008

Storm World: Hurricanes, Politics, and the Battle over Global Warming


En agosto de 2005, el huracán Katrina arrasó Nueva Orleans, causando cerca de dos millares de muertes e incontables daños materiales. Y pudo haber sido mucho peor, ya que Katrina no alcanzó de lleno a la ciudad. Tampoco fue el huracán más intenso (que fue Wilma, con una presión de 882 milibares y vientos de 295 Km por hora) de un año en que hubieron hasta quince huracanes en el Atlántico, cuatro de ellos de categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson (con vientos de más de 250 Km/hora). Esa temporada de huracanes del 2005 fue la más activa de la historia. Tal impresionante despliegue de las fuerzas de la naturaleza hace que nos sentamos impotentes y que nos planteemos si, de alguna forma, tenemos algo que ver: ¿Existe un vínculo entre una mayor intensidad en los huracanes y el calentamiento global? es la pregunta fundamental a la que intenta dar respuesta el periodista Chris Mooney con este libro.


Mooney primero define lo que son los huracanes, y como ha ido evolucionando el conocimiento científico de los mismos, hasta llegar a las teorías predominantes sobre su formación, y qué hace que adquieran una mayor intensidad y poder destructivo.

Seguidamente repasa la literatura científica sobre la vinculación entre huracanes y calentamiento global, centrándose no sólo en los aspectos puramente académicos sino también en los políticos y mediáticos. Y aquí surge quizá una de las revelaciones más llamativas del libro: la actitud parcial de la administración Bush controlando el flujo de la información , y presionando a los investigadores americanos para que "atenuasen" la importancia del cambio climático y "autocensurasen" sus conclusiones.

Resultan igualmente interesantes las confrontaciones entre las dos visiones metodológicas del estudio de los huracanes: la empírica, basada en la recopilación de datos y el análisis de las series históricas para realizar predicciones, y la teórica, que se vale de sofisticados modelos matemáticos para explicar el funcionamiento real de los huracanes y su respuesta ante cambios en el ambiente.

Aunque no existe un claro consenso científico, la mayoría de los expertos se inclinan por creer que el calentamiento global cambiará la intensidad de los huracanes: éstos se nutren de las cálidas aguas tropicales (sólo se forman en océanos con temperaturas en superficie superiores a los 27º), y una mayor temperatura media de los mares apunta a huracanes capaces de absorber más energía y lograr mayor poder destructivo. Y, además de por motivos obvios, esta es una conclusión grave porque la gente responde de forma más apasionada ante situaciones emocionales como la devastación del Katrina que ante frías estadísticas como que "la temperatura media subirá dos grados centígrados en el próximo siglo". Para concienciar a la opinión pública de la seriedad del calentamiento global el posible vínculo entre mayores temperaturas medias y huracanes tienen un peso desproporcionado; los políticos lo saben, y por eso interfieren con la comunidad científica.

Un libro educativo --si bien algo oportunista-- que nos abre los ojos ante el dramatismo de los huracanes, el esfuerzo de los científicos por explicarlos y la trascendencia que tienen sobre el debate del cambio climático.

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