Con el veranito, llegan los festivales. Y si vives en Madrid o en Barna, hay que ir al Summercase.
A priori, el cartel de este año parece más flojo que el del año pasado (¿a quien comparamos con Arcade Fire o con Bloc Party?). En la realidad, el primer día del festival terminó con mucho cansancio en el cuerpo, y una sonrisa en la cara. Estos son los grupillos que vi.
A priori, el cartel de este año parece más flojo que el del año pasado (¿a quien comparamos con Arcade Fire o con Bloc Party?). En la realidad, el primer día del festival terminó con mucho cansancio en el cuerpo, y una sonrisa en la cara. Estos son los grupillos que vi.
Entramos algo tarde al recinto (muchas colas para recoger las entradas), así que sólo pudimos ver un par de canciones de las Breeders. Poco para poder juzgar su actuación. Además, nos quedamos sin oír Cannonball. ¡Arrggg!
Sí pudimos oír algo más de Los Campesinos, aunque tampoco demasiado. Lo suficiente para confirmar lo que ya sabía: un grupo muy original y divertido, con un sonido muy peculiar. A ver si vienen a Madrid en el futuro para poder verlos decentemente.
En el escenario de al lado tocaban entonces los Kings of Leon. Fue el primer concierto que vimos en su totalidad, con un resultado muy satisfactorio. Los de Tennessee sacaron todo su poderío guitarrero para delicias del público, especialmente cuando tocaron sus canciones más famosas como The Bucket o Charmer. Un grupo que representa la esencia del rock americano.
Corriendo, llegamos a Mogwai. Grupo que sólo tiene en común con los anteriores su facilidad para el manejo de las guitarras. Canciones largas e instrumentales, que alternan momentos relajados con otros de ruido controlado.
Cinco o seis canciones es lo que pudimos ver de las Raveonettes. Batería sin platillos y guitarras al más estilo hardcore americano, las danesas consiguen sacar un sonido identificable y atractivo.
Sabía que Cansei de ser Sexy iba a ser divertido; pero no esperaba tanto. Independientemente de su buena música, CSS bailan, gritan y se lo pasan bien en el escenario (se nota el toque brasileño), y al público se le contagia. Una hora de baile, empezando con Music is My Hot Sex y terminando con Alala. Increíble.
A continuación tocaban en el mismo escenario los Foals, lo que nos permitió descansar un poco y ponernos delante del escenario. Éste era un grupo algo incógnita para mi, he escuchado su disco un par de veces, pero no sabía como podrían sonar en directo. Pues muy bien, claro. Percusión frenética (¿influencias !!!?), letras cortas y repetitivas y guitarras poderosas. Recomendable.
Para terminar, los Planetas. Empezaron con algunas de las largas e intensas canciones de su último disco, pasando a grandes clásicos como Un buen día o Santos que yo te pinte. Muchísima gente para la hora que era (empezaron a eso de las 3:00), que lo disfrutó ampliamente.
Hasta aquí mi breve crónica del primer día del Summercase. Me voy a dormir la siesta, que esta noche hay más.
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