"Because fate cannot be cheated, it governs us, and we are all its slaves"
El destino y la providencia llevan a Uhtred y su inseparable espada Serpent-Breadth, a Northumbria, al norte de Inglaterra. Allí pelea con antiguos enemigos, encuentra nuevos amigos y amantes, es engañado y vendido como esclavo y finalmente, tras numerosas andanzas por media Europa, regresa para reclamar sus derechos y vengarse de los que le habían traicionado.
Las novelas de Bernard Cornwell no son eruditas, con grandes parrafadas explicándote la sociedad, las leyes y la cultura del momento (a lo Marguerite Yourcenar, Robert Graves o Colleen McCullough). Al contrario, Cornwell escoge un pasaje histórico concreto como lienzo para pintar las aventuras y batallas del héroe de turno. De paso, de modo casi involuntario, el autor va soltando pequeñas pinceladas históricas que, si bien no te convierten en un experto en la época, te sirven para ponerte en el lugar de las personas que les toco vivirla.
Un ejemplo curioso de esas pinceladas en Lords of The North (continuación de The Pale Horseman comentado en este blog hace unos meses) es la importancia de las reliquias de santos y martires en un período en el que el cristianismo todavía no estaba totalmente afianzado en grandes partes de Europa y debía competir con supersticiones y religiones paganas. Muy interesante.
Como en todos sus libros, donde Bernard Cornwell se sale es en las escenas de acción, de batallas, asaltos a fortalezas y duelos de espadas. La recreación es muy detallada, y el esfuerzo de imaginación que se le pide al lector para vivirlas es mínimo. Lectura fácil, cómoda y divertida, muy recomendable si aspiras a echar un buen rato sin demasiadas complicaciones.
La saga de "The Saxon Stories" no acaba aquí, y como dice el propio Cornwell:
"Uhtred will need Serpent-Breadth again"
Allí estaré yo para ver que hace con ella...
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