
En
The Girl Who Played With Fire dejamos a Lisbeth Salander en una situación delicada, de la que intentará salir con la ayuda de sus fieles amigos en esta
Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire; una novela trepidante y movida, pero plagada de tecnicismos jurídicos (¿a quién le importa la legislación constitucional sueca?) y personajes poco ambiguos, que se ubican claramente en el bando de los buenos o de los malos.
Con el característico lenguaje periodístico de
Larsson, esta última entrega de la trilogía Millenium es sin duda la más floja de las tres; aún así, el libro se lee bien y es un digno final para la serie de novelas más exitosas desde Harry Potter.
6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario