lunes, 25 de mayo de 2009

Escalada en Prades


Las Montañas de Prades, en Tarragona, ofrecen oportunidades únicas al aficionado a la escalada. El puente de San Isidro fuimos para allá, con muy buenos resultados.

Para empezar, La Mussara. Cerca del pueblo abandonado del mismo nombre , junto al refugio de montaña, encontramos vías de caliza con espectaculares vistas al mar y sombra perenne. Ideal como toma de contacto de la zona.



Al día siguiente fuimos a Siruana, por lo que pude ver la mejor escuela de la zona. Vías y más vías, con impresionantes vistas de cañones y desfiladeros. Ojo con algunas de las vías "fáciles", que las distancia entre seguros puede ser demasiado larga.



Y por último la roca de conglomerado de Vilanova de Prades. Curiosa esta superficie: muchos agujeros, pero bastante romos. Buenos para los pies, deficientes para las manos. Aquí fuimos a comer al restaurante del camping: ensaladas gigantes y bravas de lujo por muy poco dinero.



El alojamiento lo hicimos en Xalet de Prades, cucos bungalows con barbacoa...que difícilmente podrás utilizar si estás todo el día escalando.



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domingo, 24 de mayo de 2009

Cien años de soledad

"la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremediable del eje"

Con un lenguaje fabulesco y preciso Gabriel García Márquez nos cuenta la saga de los Buendía, desde que fundaron la villa de Macondo en una ubicación inaccesible y rodeada de regiones encantadas...
"Los hombres de la expedición se sintieron abrumados por sus recuerdos más antiguos en aquel paraíso de humedad y silencio, anterior al pecado original, donde las botas se hundían en pozos de aceites humeantes y los machetes destrozaban lirios sangrientos y salamandras doradas"
...hasta que...
"la desidia de la gente contrastaba con la voracidad del olvido, que poco a poco iba carcomiendo sin piedad los recuerdos"
En esta sucesión de pasiones fugaces y dramas recurrentes van apareciendo personajes condenados a purgar durante décadas los excesos de su juventud, envueltos en la nostalgia:
"...que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera"
Personajes excéntricos pero creíbles como el coronel Aureliano Buendía, impulsor de 32 guerras civiles y que tuvo 17 hijos con 17 mujeres y llegó a sus últimos años "apenas sin comprender que el secreto de una buena vejez no es otro cosa que un pacto honrado con la soledad".

Aunque tanto Arcadio y Aureliano requieren una visita constante al árbol genealógico, y si ¡horror! abandonas la lectura durante un par de días puede resultar difícil reubicarse en la historia, el libro es un gustazo de leer.

En 2007 Cien años de soledad fue nominada como la segunda mejor novela en lengua castellana de la historia; Cervantes estaría orgulloso.