domingo, 11 de mayo de 2008

The Restaurant at the End of The Universe

"In the beginning the Universe was created. This has made a lot of people very angry and been widely regarded as a bad move."

Segunda parte de la mundialmente famosa trilogía de cuatro libros "Guía del autoestopista galáctico", este Restaurante del Fin del Mundo (curiosa la traducción que le han dado en castellano) continúa con los mismos personajes --el timorato terrícola Arthur Dent, el esquizofrénico ex-presidente del universo Zaphod Beeblebrox ("...he was clearly a man of many qualities, even if they were mostly bad ones"), Marvin el robot depresivo ("[I am] fine, if you happen to like being me, which personally I don´t")-- y con el mismo disparatado lenguaje.

No lees a Douglas Adams por sus historias --de hecho "El Restaurante" tiene un argumento errático y poco definido--, ni por su elaborada narrativa; lo haces por su comedia y su humor cínico y esperpéntico. Ese universo absurdo, poblado de criaturas estúpidas y objetos inservibles ofrece mayor diversión que muchos otros más lógicos o coherentes. Un ejemplo: las gafas que usa Zaphod para "protegerse":

"...a double pair of Joo Janta 200 Super-Chromatic Peril Sensitive Sunglasses, which had been specially designed to help people develop a relaxed attitude to danger. At the first hint of trouble they turn totally black and thus prevent you from seeing anything that might alarm you."

Estamos ante un libro cortito y fácil de leer. Aunque puede resultar cansino si no lo afrontas con el estado de ánimo adecuado, si coges el libro dispuesto a reírte, ten por seguro que lo harás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no tiene nada que ver con el posteo, una recomendación de concierto para este domingo en el Buho Real: Russian Read

Un adelanto en:
http://www.myspace.com/russianready

Descubrí tu blogg hace poco y me parece muy interesante.

Let me know if you like it! :-)

santiiiii dijo...

Tiene buena pinta, pena que me pilla fuera de Madrid...

De todos modos he visto que toca en el Indyspensable, así que intentaré pillarlos en Villaverde.