lunes, 15 de julio de 2013

Corazón Tan Blanco

"'escuchar es lo más peligroso', pensé, 'es saber, es estar enterado y estar al tanto, los oídos carecen de párpados que puedan cerrarse instintivamente a lo pronunciado, no pueden guardarse de lo que se presiente que va a escucharse, siempre es demasiado tarde. Ahora ya sabemos, y puede que eso manche nuestros corazones tan blancos, o quizá son pálidos y temerosos, o acobardados'"
El libro empieza con un suicidio imprevisible, y continua con una colección inconexa de anécdotas: un vigilante del Prado que quiere quemar un cuadro, un diálogo intrascendente entre dos altos dignatarios, una mujer a la que han dejado plantada...sin darte cuenta han pasado 200 páginas, y sin embargo no ha pasado nada. Es la grandeza de Javier Marías, que con su lenguaje preciso y continuas referencias a frases anteriores del texto consigue crear una maraña compleja y simple, caótica y ordenada.

Es difícil identificar claramente qué es lo que me gusta de este libro: el lirismo y los personajes, por supuesto, pero hay algo más (no el argumento, evidentemente). El virtuosismo. El apreciar cómo página tras página, cada palabra está en su sitio, no falta nada, no sobra nada. Es uno de esos libros que cansan, que exigen al lector que abandone la complacencia y dedique el cien por cien de su capacidad mental a saborear el ritmo y el significado de esas palabras tan bien escogidas.

No creo que pueda leerme más de un puñado de libros de este estilo al año, pero tampoco quiero que pase ningún año sin leer algo así. 

8/10

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